El ojo de Anders Petersen es en apariencia tumultuoso, fiel a sus obsesiones, confuso y esclarecedor a un tiempo. Nos regaló hace cuarenta años “Café Lehmitz”. Y cuando me preguntan que me llevaría a una isla desierta contesto que nada. Que solo espero que haya un café y sea el Lehmitz.
- José Miguel Marco
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